Estas alteraciones denominadas dislipidemias representan mayor riesgo para su bienestar y salud a futuro, incrementando la aparición de enfermedades de los vasos sanguíneos y el corazón (enfermedad cardiovascular).
Es importante que inicie con modificaciones en los estilos de vida, que permitirá una corrección en muchos de los casos. Incremente la ingesta de frutas y verduras, evitar alimentos con alto contenido de azúcar refinada y grasas animales. Acompáñelo de una rutina de ejercicio aeróbico (caminar, trotar, nadar o montar en bicicleta) al menos 30 minutos diarios o 150 minutos a la semana, así como ejercicios de resistencia.
No olvides acudir a control médico para evaluar la necesidad de terapia farmacológica complementaria, que puede depender de los valores de los resultados.