La detección directa del virus del papiloma humano (VPH) en ambos géneros es posible mediante técnicas moleculares como la PCR para evaluar la presencia del ADN del virus, no es un método de detección común en hombres, pero se encuentra incluido en algunos protocolos de tamizaje en mujeres.
En mujeres, el uso de la citología y la colposcopia permite detectar cambios secundarios a la presencia del virus y sospecharlo de forma indirecta. En el hombre, hay un estudio equivalente, pero no ampliamente difundido, denominado penescopia.
En algunos casos no es necesario realizar estudios complementario, por ejemplo, ante la presencia de verrugas genitales suele asumirse su presencia.
No olvide el uso de condón durante las relaciones sexuales para reducir su transmisión.