Es probable que su traumatólogo haya tomado una muestra del fluido articular (líquido sinovial) para analizarla en caso de que usted esté presentando síntomas que indiquen que existe una infección o algún tipo de condición autoinmune. Dependiendo de los síntomas que usted esté presentando, el tiempo que lleva la rodilla hinchada y los resultados de los exámenes tanto físico como de laboratorio, se puede llegar a un diagnóstico, para así poder darle el tratamiento que requiere.
Los síntomas que hacen sospechar de infección son hinchazón, enrojecimiento, dolor y calor en la zona afectada, salida de pus o liquido maloliente, e incluso síntomas generales como fiebre, malestar general, dolor de cabeza, entre otros.
Si no le fue dada incapacidad o no se le indicó la cantidad de tiempo que debe permanecer en reposo luego de la extracción del líquido, es recomendable que se comunique con su médico tratante, pues dependiendo de la sospecha que se tenga de lo que usted realmente puede estar presentando, las consideraciones van a ser diferentes.
Si continúa presentando hinchazón y dolor o el dolor se vuelve muy intenso e interfiere con su capacidad para caminar, debe acudir a urgencias.