Sus síntomas pueden ser secundarios al postoperatorio sin que haya necesariamente alguna complicación, es decir podría ser normal. Lo esperable es que estas molestias disminuyan gradualmente sin necesidad de intervención. Debe continuar control con su medico tratante.
Los signos de alarma para consultar por urgencias son salida de pus o enrojecimiento por la herida, dolor intenso persistente, vomito o fiebre.