Este líquido es normal y parece ser parte del proceso de cicatrización que tiende a producir líquido y luego se reabsorbe. El hecho de que la secreación no sea purulenta, no haya dolor ni irritación son signos de que no hay infección. Si en algún momento llega a presentar uno de estos síntomas debe acudir al servicio de urgencias para descartar cualquier posible infección de herida quirúgica o complicación del procedimiento.