Si bien los cambios de temperatura han sido descritos por muchas personas como desencadenantes de dolores musculares o articulares, no existe suficiente evidencia científica que sustente esta causalidad. Sin embargo, se recomienda a los pacientes que una vez se ha descartado que tengan algún problema en la columna a traves de un exámen físico e imágenes diagnósticas, asistan a una valoración por medicina general para considerar una remisión a terapia física donde puedan aprender rutinas de ejercicios que le ayuden a mejorar el dolor cuando éste se presenta.