No se ha visto relación alguna entre el ejercicio, , incluyendo entrenamiento de pesas, con el síndrome de intestino irritable. Sin embargo, el manejo de cada patología es individual y si esto viene sucediendo, en tu caso podría ser necesario cambiar el tipo de ejercicio. Para pacientes con intestino irritable se recomienda al menos 150 minutos de actividad física a la semana de intensidad moderada e intensa, como andar en bicicleta, caminar con rapidez u otros ejercicio que además tienen propiedades relajantes como el yoga.
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