El tratamiento para la enfermedad hemorroidal normalmente es sintomático y no curativo dependiendo de la severidad de las hemorroide. Una vez que las hemorroides aparecen, normalmente el paciente las tendrá toda su vida o en su defecto podrían disminuir de tamaño. Si se trata de lesiones graves, es decir, trombosadas, grandes, que sangran, duelen, o producen limitación para la realización de las actividades cotidianas puede ser necesaria la cirugía que, aunque elimina estas dilataciones venosas, no previene que se puedan formar otras nuevas. Entre las recomendaciones que pueden ayudarte están.
-Mantener una dieta saludable rica en fibra y abundantes líquidos, esto puede prevenir el estreñimiento y ablandar las heces para no lesionar esta área.
-Evita la ingesta de alcohol y picantes.
-Incorporar la ciruela a tu dieta.
-Higiene anal local luego de defecar y a la hora del baño con jabones neutros.
-Evitar el esfuerzo físico intenso.
-Baños de asientos tibios durante 20 minutos 3 a 4 veces al día.
-Uso de toallas húmedas para la limpieza local.
-Aplicar pomadas esteroideas locales de venta libre, que disminuyan la inflamación por un máximo de 10 días.
-Los ejercicios que deben evitarse son aquellos que incluyen asientos como del tipo de las bicicletas y los levantamientos de peso que aumentan de manera significativa la presión intraabdominal.
Es imperativo que acudas a tu médico de cabecera para recibir un diagnóstico preciso, evaluar el estado de las hemorroides y así recibir el tratamiento que mejor se ajusta a tus necesidades. Si las hemorroides toman una coloración violácea tendrás que acelerar tu visita al médico acudiendo a urgencias. El manejo de las mismas varía según la clínica que presente el paciente, la cura definitiva normalmente amerita intervención quirúrgica pero esta solo se aplica en casos en los que sangrado intenso o prolapso que no responda al tratamiento sintomático.