Debemos aclarar en un inicio que el papel de la alimentación es fundamental en las primeras etapas de la deficiencia de hierro ya que vez que se establece la anemia ferropénica pasa un a un segundo plano ameritando prioritariamente terapia farmacológica. Los alimentos que contienen mayor cantidad de hierro son aquellos de origen animal entre los que destacan:
- Carnes rojas.
- Morcilla o pepitoria.
- Hígado.
- Cordero.
- Productos cárnicos y embutidos: paté, chorizo, jamón cocido, jamón serrano.
- Moluscos en conserva: berberechos, mejillones.
- Pavo.
- Pescado
- Yemas de huevo.
Existen dos tipos de hierro pero el más fácil de absorber es el tipo hemo, que aún en éstos alimentos no suele ser superior al 40% del hierro total, siendo el resto hierro no hemo. La verduras que son otra fuente menor de hierro incluyen a las bayas secas y a las arvejas, las pasas de uva, pan de granos enteros y cereales fortificados, que proveen hierro no hemo.
La Sociedad Española de Cardiología y la Sociedad Española del corazón recomiendan seguir esta dieta:
http://www.fundaciondelcorazon.com/images/stories/file/dieta_anemia_hierro.pdf
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