Es posible que estés abriendo la boca durante el sueño y manejes corrientes de aire muy frías que generen resequedad y molestia, que al despertarte e iniciar una hidratación, va desapareciendo. Sin embargo, si se trata literal de dolor en mejor que acudas con un médico para que observe de forma directa tu garganta y descarte otro tipo de lesiones.