En general la mayoría de los efectos secundarios asociados a la cirugía láser son leves y temporales tales como irritación con la luz, sensación de sequedad en el ojo, entre otros, que pueden mejorar con el uso de gotas lubricantes recetadas por el oftalmologo y a medida qué pasa el tiempo después de la cirugía; pero es muy importante que cuentes con la opinión de tu oftalmologo tratante en particular sobre si tu alteración visual se puede operar, si está estable o si aún está progresando (porque podría hacer que pronto luego de la cirugía requieras nuevamente usar gafas) y, que te explique los efectos secundarios más probables en tu caso y la forma de contrarrestarlos en caso que sucedieran, para que puedas tomar la mejor decisión.
Quedamos atentos a cualquier otra duda.