El uso de testosterona exógena puede traer mayor riesgo para la salud, en ausencia de una indicación médica apropiada para su consumo. Evite automedicarse.
Si llega a ocurrir una atrofia del testículo, es poco probable que se pueda recuperar la función testicular en su totalidad. Teniendo en cuenta que el efecto de una sola aplicación de dicho medicamento puede extenderse hasta 4 semanas, es altamente riesgoso el uso que plantea y posiblemente se tarde un mes o más en recuperar la actividad propia del testículo si no ocurre un daño permanente.
Le recuerdo algunos de los efectos adversos del consumo de testosterona: hinchazón por retención de líquidos, aumento de peso, acné, calvicie, alteración de la función del hígado, alteración en la producción de espermatozoides y de la fertilidad, disminución del tamaño del testículo, erecciones más frecuentes o prolongadas que pueden lesionar al pene, trastornos de la próstata, crecimiento de senos en hombres, hipertensión, entre otros...