Las yemas del huevo son ricas en colesterol, uno de los precursores para la producción de hormonas esteroideas como la testosterona. No hay una indicación específica para el consumo de la misma en la terapia de desórdenes hormonales.
Puede incluir su consumo en al menos 2 comidas al día y realizar actividad física de forma regular, no fume y beba licor de forma moderada.
Evite el consumo excesivo o exagerado de huevo, puede generar un disbalance alimenticio que puede ser contraproducente con sus propósitos.