El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) se refiere a un cansancio intenso y continuo que no se alivia con el descanso y no es causado directamente por otras enfermedades. Se desconoce su causa exacta. Algunas teorías sugieren que el SFC puede deberse a: el virus de Epstein-Barr (VEB) o el virus del herpes humano tipo 6 (HHV-6). Sin embargo no se ha identificado ningún virus específico como la causa.
El SFC ocurre con mayor frecuencia en mujeres de 30 a 50 años. Los síntomas son similares a los de la gripa y otras enfermedades virales comunes. Pueden abarcar dolores musculares, de cabeza y fatiga extrema. Sin embargo, los síntomas del SFC duran 6 meses o más. Este Síndrome puede ser similar a la fibromialgia en muchos casos. El síntoma principal del SFC es el cansancio extremo, el cual es: nuevo, dura al menos 6 meses, no se alivia con el reposo en cama, es tan intenso que impide participar en ciertas actividades.
Otros síntomas son: sentirse muy cansado durante más de 24 horas después de realizar ejercicio que normalmente se consideraría fácil, no sentirse descansado después de haber dormido suficiente tiempo, falta de memoria, problemas para concentrarse, confusión, dolor articular pero sin hinchazón ni enrojecimiento, dolores de cabeza diferentes a los que ha tenido en el pasado, irritabilidad, fiebre leve, dolores musculares (mialgias), debilidad muscular en todo el cuerpo o en distintas partes que no es causada por ningún trastorno conocido, dolor de garganta, sensibilidad en los ganglios linfáticos del cuello o la axila.
El diagnóstico se basa en el descarte de otras causas posibles como: farmacodependencia, trastornos autoinmunitarios o inmunitarios, infecciones, enfermedades musculares o neurológicas (Esclerosis Múltiple), enfermedades endocrinas (Hipotiroidismo), otras enfermedades como cardiopatías, nefropatías o hepatopatías, enfermedades psiquiátricas o psicológicas (depresión), tumores.
Un diagnóstico del SFC debe incluir: ausencia de otras causas de fatiga crónica, al menos 4 de los otros síntomas específicos del SFC, fatiga extrema y prolongada. No existen pruebas específicas para confirmar el diagnóstico. Sin embargo, hay informes de pacientes que arrojan resultados anormales en los siguientes exámenes: resonancia magnética del cerebro, conteo de glóbulos blancos. En la actualidad, no existe cura para el SFC y el objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas. Muchas personas con este Síndrome experimentan depresión y otros trastornos psicológicos que pueden mejorar con tratamiento.
El tratamiento abarca una combinación de: terapia cognitiva-conductual (TCC) y ejercicio gradual para ciertos pacientes, una alimentación saludable, técnicas de manejo del sueño, medicamentos para reducir el dolor, la molestia y la fiebre, medicamentos para tratar la ansiedad (ansiolíticos) y la depresión (antidepresivos). A las personas con SFC se les estimula a mantener una vida social activa. El ejercicio físico suave también puede servir.
El equipo médico le ayudará a planear qué tanta actividad puede realizar y cómo incrementarla lentamente. Las recomendaciones son: evitar hacer demasiado ejercicio en los días cuando usted se siente cansado; balancear el tiempo entre la actividad, el reposo y el sueño; dividir las tareas grandes en tareas menores y más manejables; repartir las tareas de mayor desafío a lo largo de la semana. Las técnicas de relajación y reducción del estrés pueden ayudarle a manejar el dolor crónico y la fatiga. Sin embargo, no se usan como tratamiento principal.
El pronóstico a largo plazo para los pacientes con el SFC varía y es difícil de predecir cuando los síntomas comienzan por primera vez. Algunos pacientes se recuperan completamente después de 6 meses hasta 1 año. Algunas personas nunca sienten que vuelven a desempeñarse como antes de presentar la enfermedad. Los estudios sugieren que se tiene mayor probabilidad de mejorar si se realiza una rehabilitación intensiva.