Esto no es normal y puede indicar que su hijo tiene fragilidad en los vasos de la nariz o que está haciendo una reacción alérgica a algún componente en el ambiente que termina por causar el sangrado. Dado que está dejando de comer, es necesario que lo lleve a consulta con el pediatra y mencione estos síntomas para poder iniciar estudios que permitan llegar al diagnóstico adecuado.