El síndrome de ojo seco es una enfermedad caracterizada por una inestabilidad de la película lagrimal, inflamación de la superficie ocular y aumento de la osmolaridad. Puede ocurrir por factores propios del ojo como en una blefaritis como secundario a enfermedades como la artritis reumatoide.
Si bien es una enfermedad que no tiene cura, el tratamiento se lleva a cabo mediante la orientación por un Oftalmólogo con gotas lubricantes u otros tratamientos para casos más severos como anti-inflamatorios y tapones de punto lagrimal.