Debes acercarte tan pronto como te sea posible a un servicio de salud para que te indiquen manejo con antiinflamatorios y relajantes musculares. Mientras esto ocurre, es ideal que calientes y estires la región del cuello, que procures la utilización de geles y medios físicos para que te ayude a controlar el dolor y la inflamación local. Procurar darte baños de agua caliente, dejando que el agua fluya por esta zona y dormir en una posición cómoda.
Si con los medicamentos no mejora, toca indicarte una imágen o estudio de la columna para ver qué podría estar ocurriendo.