Los testículos de por sí NO deben doler de ninguna forma, salvo que tengas un trauma en ellos, una herida escrotal, una torsión, un post quirúrgico o una infección fuerte reciente por ejemplo, para poder saber si algo esta anormal en ellos, hay que revisarte de forma presencial y como mínimo hacerte un exámen de orina y ver si no muestra signos de infección.