Es normal sentir la necesidad imperiosa de retirar una costra de vez en cuando, todos lo hemos hecho y normalmente no genera mayores daños. Cuando el deseo por retirar las costras es demasiado fuerte e incontrolable, y se generan daños en la piel y heridas mayores, entonces es posible que se esté presentando un trastorno de excoriación conocido como dermatilomanía.
La dermatilomanía es un trastorno con características obsesivo-compulsivas cuyo objeto de interés es la acción repetitiva de pellizcar, rascar o excoriar la propia piel, ocasionando múltiples lesiones. Las personas con este trastorno no pueden dejar de lesionarse a pesar de que esto les genere dolor.
Quitarse un par de costras de vez en cuando no es dermatilomanía, ya que si podemos detenernos antes de causarnos daño, no hay problema. Si consideras que podrías estar presentando alguna característica relacionada a este trastorno, entonces es prudente que acudas a consulta médica, ya que solo un especialista puede diagnosticarte.