Es recomendable realizar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la musculatura de la espalda en sesiones de fisioterapia. En ocasiones es necesario consumir analgésicos y relajantes musculares. Los masajes con cremas calientes pueden ayudar a aliviar los dolores.
Sin embargo recuerde que si el dolor persiste, debe ser valorado presencialmente por su médico tratante.