Es muy importante cultivar hábitos sanos desde la infancia y adolescencia, lo anterior significa que se debe mantener una dieta saludable que contenga alimentos de todos los grupos alimenticios en cantidades moderada (no comer hasta la saciedad y evitar los ayunos prolongados) evitar alimentos fritos, comida chatarra, gaseosas además se recomienda realizar ejercicio regular cualquiera que sea de su preferencia, siempre supervisado por un profesional.