Ese tipo de quemaduras suele ser de primero o máximo segundo grado, lo que vendría siendo el equivalente casi que a una quemadura por luz solar intensa sin uso de protección. Estas quemaduras pasan con el tiempo, en algunas ocasiones el cambio de coloración permanece pero eso depende del tipo de piel de la persona, de cuánta exposición haya tenido la piel a las sesiones de radioterapia e incluso de la dosis de radioterapia recibida. Si tiene más dudas acerca de estos aspectos, puede hablar directamente con el oncólogo que lleva su caso y asesorarse igualmente de un dermatólogo para ver su opinión al respecto.