Usualmente la esteatosis hepática leve o hígado graso leve no suele ocasionar ningún síntoma y suele ser un hallazgo incidental. La gastritis puede ocasionar mal sabor en la boca, sensación de tener la boca seca, halitosis, pirosis y otras manifestaciones digestivas altas si además se acompaña de reflujo gastroesofágico. Es posible que actualmente usted esté presentando reflujo.
El reflujo gastroesofágico es una condición en la que el ácido estomacal pasa hacia el esófago, y como el esófago no está capacitado para aguantar el pH ácido del estómago, puede generar muchas molestias como sensación de ardor o quemazón en el pecho, mal sabor en la boca por el ácido que llega hasta la cavidad oral, dificultad para tragar, tos seca, falta de aire y en casos severos, puede generar la inflamación del esofago (esofagitis).
Debe consultar con su médico para determinar si efectivamente usted está presentando reflujo gastroesofágico, para que su médico evalúe el mejor tratamiento para usted. Usualmente el tratamiento incluye el uso de inhibidores de la bomba de protones o antiácidos, por lo que puede utilizar antiácidos de venta libre para disminuir las molestias mientras espera la atención por parte del especialista.
También puede tomar medidas para disminuir la acidez en general, como consumir alimentos poco procesados, poco condimentados, alimentos frescos, ricos en fibra, evitar las carnes rojas, el alcohol, el cafe, las bebidas gaseosas, el chocolate, las frutas y vegetales ácidos, y los alimentos con alto contenido de grasas.
Debe evitar también comer justo antes de acostarse y puede serle útil elevar la cabecera de la cama unos 15 grados con respecto al resto del cuerpo.