La ley de la atracción corresponde a una concepción filosófica o cultural que no cuenta con un respaldo científico importante que la respalde como una ley universal. Siendo imposible de comprobar mediante las reglas físicas actuales.
No obstante, la actitud optimista o positiva en la vida sí se asocia a una serie de beneficios personales que pueden facilitar el desarrollo de condiciones que se consideran favorables o la capacidad de actuar eficazmente en pro de los deseos propios.