La grasa (tejido adiposo) es el órgano endocrino encargado de avisar al cerebro la necesidad de comer (hambre) mediante la producción de sustancias (hormonas) tales como el NeuroPéptido Y (NPY).
Esta molécula pasa de la grasa a la sangre, atraviesa las barreras cerebrales y desencadena estímulos en dicho órgano para generar la sensación de hambre y por tanto aumentar la ingesta de comida.
Por otra parte, la leptina, es la hormona encargada de la saciedad, por lo que sus niveles altos indicarán al cerebro que detenga la sensación de hambre y por tanto el consumo de alimentos.