Este padecimiento consiste en la inflamación de los cartílagos que unen las costillas con el esternón y las causas pueden ser golpes, fuerza con los brazos, dormir con un brazo o puño presionando las costillas, después de una fuerte tos por tuberculosis o gripas, etc. Se previene evitando las causas antes mencionadas y se trata con hielo local, antiinflamatorios y, algunas veces, infiltraciones.