Si el cambio de anticonceptivo se realiza de forma coordinada con el tiempo de la aplicación anterior, es decir, entre los 27 y 33 días posterior a la última ampolla; se encontraría protegida y no existiría mayor riesgo de fallo, por lo que podría emplearla.
Por el cambio de producto si puede existir algún riesgo de alteraciones del ciclo menstrual o del patrón de sangrado. Dentro de lo posible, es recomendable mantener el uso constante del mismo producto.
No olvide el uso complementario del condón que previene adicionalmente enfermedades de transmisión sexual.