No es cierto. La metformina no produce alteraciones en los riñones con su consumo crónico. Lo que si es cierto, es que las personas que tienen enfermedad renal/insuficiencia renal, es decir, que sus riñones no funcionan adecuadamente, están en un riesgo mayor de acidosis láctica ocasionada por la metformina. Es por esto que las guías recomiendan obtener una función renal (creatinina) de base antes de iniciar el manejo con la metformina y realizar controles cada cierto tiempo. En caso de que haya insuficiencia renal se debe parar la metformina o hacer modificaciones en su dosis. Por otro lado, la misma diabetes, cuando no se controla (ya sea con metformina o con insulina) produce daños en los riñones.