Los cambios fibroquísticos en la mama no tienen una causa aparente, son cicatrices de tejido fibroso y en ocasiones con líquido en su interior que toca vigilar de cerca para controlar su evolución.
En muchos casos la presencia de quistes no está relaciona con dolor ni ardor en el brazo. Es recomendable que realice una ecografía de seno para realizar el seguimiento.