No existe una interacción mayor entre el alcohol y la dexametasona, este puede ser consumido de forma ocasional y en bajas cantidades sin excederse ni llegar a la embriaguez.
A pesar de no tener una interacción directa, el consumo excesivo de alcohol puede complicar o facilitar algunas complicaciones de otros medicamentos.
Recuerde que el exceso de alcohol es perjudicial para la salud.