Si se puede, PERO no le recomendaría hacerlo a menos de que lo indique su médico. La razón es que aumentar el consumo de hierro puede favorecer la presencia de efectos adversos como manchas en los dientes, estreñimiento, diarrea, náuseas, vómito, dolor abdominal, otras molestias gastrointestinales, principalmente.
Es importante anotar que durante el embarazo la suplementación con ácido fólico se realiza durante las primeras 12 semanas y posterior a esto no es requerida y que la suplementación con hierro, se debe realizar cuando hay deficiencia de este. Le recomiendo dialogar con su médico al respecto.