Los granos corresponden a la obstrucción de las glándulas sebáceas acompañadas en ocasiones de un componente inflamatorio y bacteriano importante.
El manejo suele requerir de terapia tópica (cremas) y en ocasiones medicamentos sistémicos o tomados como antibióticos y retinoides. No hay evidencia suficiente para recomendar alternativas a base de plantas o productos de uso cotidiano, sin que represente mayor riesgo de secuelas como manchado.
Si el componente inflamatorio es marcado puede aplicar frío local, el uso de cremas mentoladas puede brindar una sensación de alivio asociada al pequeño efecto desinflamatorio local, sin constituir una terapia validada como efectiva.
En caso de que no exista inflamación importante la aplicación de calor local favorece el drenaje de la secreción. Esto es empleado por higienistas faciales, por ejemplo al usar vapor en el rostro.
Se recomienda no manipular las lesiones, realizar una limpieza diaria del rostro con jabones especializados, realizar exfoliaciones periódicas del rostro (puede ser semanal), emplear protector solar durante el día para evitar el manchado.