Una prueba ELISA de 4ta o las autodenominadas como de 5ta generación pueden descartar una infección por VIH pasados apenas 15-22 días de la relación de riesgo.
Los síntomas de VIH son muy inespecíficos por lo que la sospecha clínica suele ser muy vaga y para nada confirmatoria en un inicio. Se considera que la prueba suele ser suficiente para descartar el diagnóstico y si existe alguna sintomatología asociada debe buscarse investigas sobre otros diagnósticos diferenciales.