Si es posible, pueden existir fugas de líquido cefalorraquídeo (el líquido que recubre el cerebro) principalmente ante traumatismos o antecedentes de cirugía. Sin embargo, lo más probable es que se trate de secreción nasal, por ejemplo en el contexto de una rinitis.
Si la inquietud o la molestia persiste, o presenta alguna situación que condicione un riesgo para la primera situación; acuda a control médico.