Durante la pérdida radical y definitiva dada por la muerte de un ser querido se afectan todas dimensiones de la persona incluidas aquellas relacionadas con el área cognitiva que se refiere a lo mental. Con esto se presentan síntomas como:
-Sensaciones de presencia.
-Dificultad para concentrarse.
-Confusión.
-Embotamiento mental.
-Falta de interés por las cosas.
-Ideas repetitivas generalmente relacionadas con el difunto.
-Olvidos frecuentes.
Por supuesto, siempre habrá temas que se escapan de nuestro entendimiento actual por lo que se recomienda contar con acompañamiento profesional y espiritual, si así lo considera necesario.
Espero haber resultado útil. No dude en contar con nuestro equipo durante este duro proceso.