Casi todas fobias que se pueden padecer tienen su origen en una mala experiencia, o bien, aprendida o recibida por herencia cultural. Sin embargo, no sucede lo mismo con la tripofobia o fobia a los hoyos o a patrones repetitivos de figuras geométricas.
Según explican en el último estudio publicado en la revista Psychological Science, los patrones visuales repetitivos que provocan en las personas con tripofobia claros y evidentes síntomas son muy parecidos a los que aparecen al ver algún animal venenoso. Por tanto, se puede afirmar que la tripofobia puede ser un mecanismo evolutivo natural de defensa que alerta a nuestro cerebro, al observar un patrón similar al de animales peligrosos como si fuera una alarma para no acercarse.
La tripofobia tiene cura, existen varios tipos de tratamientos que se pueden aplicar para, mediante medicamentos o terapias psicológicas, poder superarla; por lo tanto, si padeces de esta fobia, es importante que acudas a una valoración médica presencial.
Espero haber aclarado tu duda, ante cualquier nueva inquietud estaremos atentos.