Todas las pruebas de laboratorio disponibles en el mercado tienen características que definen la cantidad de resultados positivos acertados (sensiblidad) y negativos acertados (especificidad) que dan. Lastimosamente, estas mismas son susceptibles de equivocarse, dando falsos positivos o falsos negativos, haciendo necesaria su confirmación con otro tipo de examen, en tu caso prueba de embarazo en sangre.
Lo que te ha sucedido es que existe la posibilidad que tu resultado inicial haya correspondido a un falso positivo y el test se haya equivocado (siempre existe una posibilidad de fallo), y que al realizar la contraprueba (hormona en sangre) que cuenta con mejores parámetros de diagnóstico haya demostrado que no estás embarazada.