Si el vómito es ocasional, no habría de qué preocuparse. Si te está ocurriendo con mucha frecuencia, es importante acudir a la consulta de forma prioritaria.
Por lo pronto, reduce las porciones, pero aumenta la frecuencia de la comida, trata de no dormir acostada totalmente, sino sube las patas de la cama con ladrillos y usa almohadas; evita comer muchos fritos, harinas y picantes.
Si tienes sangrado o salida de líquido vaginal, hinchazón de los pies, pitos en los oídos, dolor de cabeza intenso, que veas luces, que no sienta al bebé o dolor abdominal, acuda al servicio de urgencias más cercano.