Habiendo descartado causas de origen orgánico, se deben evaluar factores ambientales que puedan haberse modificado o que se asocien a molestias respiratorias como puede incluir el tabaquismo, exposición a contaminantes, el uso de algunos medicamentos o sustancias psicoactivas.
Es importante evaluar causas emocionales o relacionadas con estrés o ansiedad que puedan exacerbar algunos de estos síntomas. Descartar igualmente lesiones o alteraciones a nivel de la vía aérea y no solo de los pulmones, crecimiento de las amígdalas, crecimiento de la glándula tiroides, alteraciones torácicas como neuritis o costocondritis.
Permanezca en seguimiento médico para aclarar las características de la sintomatología, momentos de aparición o condiciones que lo exacerben para orientar mejor el diagnóstico.