Se considera que durante los estados depresivos el sistema hormonal del cuerpo, en concreto la glándula suprarrenal, aumenta la producción de una hormona llamada Cortisol (Hormona del estrés). En las defensas del cuerpo (glóbulos blancos) existen diferentes receptores para esta molécula, la cual al ingresar genera cambios en la información genética de dichas células llevando a su inactivación transitoria.
No obstante, esto no significa que el paciente quede completamente inmuno-suprimido, sino que existe una demora en el accionamiento del sistema inmunológico frente a diferentes agentes que desencadenen infecciones, demorando así su respuesta inicial y posiblemente su recuperación posterior.