Es cierto, aunque en teoría todos los laboratorios deberían producir exactamente la misma sustancia en cuanto a concentración y calidad, lo cierto es que cada laboratorio es un mundo aparte y aunque lo intenten no hay nada que asegure que todos producen exactamente lo mismo y de la misma forma. En este sentido y siendo un medicamento tan sensible e importante en su acción, la recomendación general es que no se debe cambiar de marca. Ahora bien, si usted se pone de acuerdo con su médico para cambiar la marca, pues se hace el proceso de dosificación mediante los exámenes y una vez ajustada se queda con la nueva marca de allí en adelante.