A menos que sufras de condiciones crónicas como diabetes y obesidad (diagnosticada según IMC) no existe justificación clínica para el consumo o suplementación con L-carnitina. Sus efectos están dados por la oxidación de las grasas pero se ve influenciado por otros factores, como metabolismo, dieta y ejercicio queriendo esto decir que el solo consumo de este suplemento no tiene efecto alguno en estos pacientes si no se complementa con un plan médico y nutricional adecuado
En la mayoría de nosotros la L-carnitina que producimos es suficiente para un correcto funcionamiento corporal, a excepción de los niños, por lo que una suplementación representa básicamente una pérdida de dinero sin justificación.
Los efectos adversos son raros y regularmente se produce a dosis altas, de 5gr o más día, causando diarrea principalmente.