La carbamazepina pertenece al grupo de medicamentos denominados antiepilépticos. Se utiliza para el tratamiento de ciertos tipos de epilepsia. También se utiliza en el tratamiento de la manía y en la prevención de los trastornos maníaco-depresivos (bipolares), en el síndrome de abstinencia al alcohol, neuralgia (dolor de nervios sensitivos) del trigémino y del glosofaríngeo.
Está contraindicado en pacientes que sean alérgicos a la carbamazepina o a medicamentos de estructura similar (antidepresivos tricíclicos), pacientes con cardiopatías (como bloqueos AV), hemopatías o trastornos de médula ósea, porfirias hepáticas (enfermedades metabólicas ocasionadas por deficiencias enzimáticas de la biosíntesis del grupo hemo que es un componente esencial de la hemoglobina) y en pacientes que toman medicamentos antidepresivos inhibidores de la monoamino-oxidasa (IMAOs) como la isocarboxazida y la fenelzina.