Si ya se encontraba cursando con una infección sin un tratamiento apropiado es posible que la misma haya avanzado sin ser causa de la actividad sexual. Por otro lado, las prácticas sexuales orales pueden facilitar el paso de gérmenes a la boca que podrían de alguna forma agravar su cuadro de base, igualmente de acuerdo a la intensidad o tipo de actividad realizada se podría generar lesión en los tejidos cercanos al diente e incrementar las molestias sin necesariamente agravar el proceso infeccioso.
En cualquier caso es aconsejable que acuda a control odontológico prioritario para evaluación y manejo del estado de los dientes. Puede tranquilizarse, es poco probable que deba comentar al odontólogo acerca de los cambios posterior a la actividad sexual en este caso.
Recuerde mantener una adecuada higiene oral y no olvide el uso de condón durante la relación sexual.