Durante el embarazo es posible marearse ligeramente en cambios de postura o tras pasar por situaciones de estrés, calor o ejercicio físico, ya que el sistema cardiovascular está sufriendo cambios drásticos y el volumen de sangre que debe bombear el corazón, aumenta considerablemente.
Entre las diferentes medidas que pueden ayudar a disminuir los mareos y vómitos tenemos:
- Procura no pasar largo tiempo en ayunas, ten siempre disponibles tentempiés o meriendas para mantener los niveles de azúcar adecuados. La hipoglucemia puede ser más común en las embarazadas.
- Beber suficientes líquidos ya que también puedes ser más vulnerable a los golpes de calor, deshidratación y congestión durante el embarazo.
- Evita los sofocos y el calor, que pueden hacer que tus vasos sanguíneos se dilaten y tu tensión disminuya.
- Evita los lugares cargados, cerrados o con mucha gente.
- Mantén la temperatura adecuada de tu cuerpo, con ropa cómoda y que te dejen traspirar.
- Si te sientes mareada, siéntate o recuéstate, si puedes, intentando que las piernas estén elevadas.
- Cuando descanses o duermas, hazlo preferiblemente sobre el costado izquierdo, no boca arriba, ya que así facilitarás el flujo de sangre a todos los órganos. Cuando te levantes de la cama, hazlo paulatinamente, sin incorporaciones bruscas.
- Modera tu actividad física, no llegues nunca a la extenuación y, cuando pares de hacer alguna actividad, hazlo de manera progresiva para que el cuerpo se adapte a la situación. Si tienes que permanecer de pie, mueve tus piernas a menudo y usa medias de descanso para mejorar la circulación.
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