Lo adecuado es que acudas a tu médico tratante para evaluar el cambio de tratamiento ya que es necesario conocer toda tu patología de base, historía clínica y además evaluación física para establecer una terapia adecuada. No debes suspender el tratamiento por decisión propia ya que puede comprometer seriamente sus efectos.
Por ahora, mi recomendación es que busques mantenerte activa ya sea en tus hábitos laborales así como realizando ejercicio regular de al menos 150 minutos a la semana de manera tal de evitar la somnolencia diurna y conservando una calidad de vida óptima.