De forma aguda, teniendo en cuenta la descripción de los alimentos que se encuentra recibiendo, es posible que su hijo se encuentre cursando con una infección a nivel de la garganta que ocasione irritación, dolor y por ende rechazo a la alimentación.
Es importante que insista con los alimentos, priorizando alimentos blandos y fríos que generarán mayor alivio, puede continuar la lactancia materna a libre demanda que aún proporcionará un aporte nutricional a su hijo.
Esté atenta a signos de alarma para acudir por urgencias: no come o todo lo vomita, dificultad respiratoria, se le hunden las costillas, le aletea la nariz, se pone azul o morado, vómitos abundantes o persistentes, le silba el pecho.
Acuda a control médico prioritario si las molestias persisten.