Lo más probable es que esto se deba a que su cama es demasiado blanda o demasiado rígida para su condición física. La primera recomendación es tener un colchón que sea un balance entre rígido y suave. Adicionalmente realizar ejercicio diario para fortalecer los músculos de la espalda puede ayudar con estos síntomas. Si a pesar de esto los síntomas persisten entonces deberá acudir a un médico general para que puedan hacerle un examen físico detallado y determinar la causa.