Mantener una alimentación equilibrada, comer varias veces al día (5 veces), fracciones pequeñas, comer despacio, evitar algunos alimentos que se relacionan con un empeoramiento de los síntomas, como son el ajo, la cebolla, el chocolate, el alcohol en general y algunos alimentos ácidos como el tomate, el pimiento, los cítricos (naranja, mandarina, limón, pomelo, kiwi, piña), el cigarrillo y las comidas grasas como frituras o los platos muy condimentadas (comida asiática, etcétera). Evitar comer acostado, evitar acostarse al menos 3 horas después de cada comida, mantener un peso corporal adecuado.