El promedio de vida de una persona con VIH dependerá de su adherencia al tratamiento. Si la persona se toma los retrovirales según las indicaciones médicas todos los días y se realiza los controles de laboratorio de manera periódica, puede vivir hasta los 80 años, además de poder trabajar, mantener sus relaciones sociales y sentimentales sin ninguna complicación.
En caso de detener una pareja seronegativa, si la persona con VIH sigue su tratamiento y matiene una carga viral indetectable, no transmitirá la infección a su pareja.
Si se desea tener hijos, el bebé puede nacer perfectamente sano y sin riesgo de infección si la persona seropositiva sigue su tratamiento.
Cuando una persona con VIH no sigue su tratamiento, su promedio de vida disminuye, dado que se ve afectado su sistema de defensas o inmunitario favoreciendo la presencia de infecciones cada vez mas complicadas. En este caso se entra en la fase de SIDA.